lunes, 20 de febrero de 2012

Cuidado con los grupos de riesgo cuando conduzcas

Cuidado con los grupos de riesgo cuando viajes ya sea en tu coche o en un vehículo de alquiler. Ningún conductor quiere sufrir un accidente, esto es así. No obstante, hay verdaderas ocasiones en las que es inevitable, pero si somos conscientes de los problemas y de los peligros más frecuentes seremos capaces de disminuir el riesgo. En esta ocasión vamos a hablar de dos grupos de riesgo en el tráfico: los niños y las personas mayores cuando ejercen su función de peatones.

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Los niños son unos peatones que están en constante riesgo, y es que ni la vía ni el entorno están pensados para ellos. Por ejemplo, pensemos en su campo visual: cuando caminan entre coches aparcados, por poner un caso, su campo visual puede llegar a ser un 40% menor si se compara con el de los adultos. En esto tiene que ver su menor estatura, además de los problemas en visión periférica que les obliga a girar más la cabeza para ver correctamente.

Cuidado con los grupos de riesgo cuando viajes ya sea en tu propio coche o en un coche de alquiler. Ningún conductor quiere sufrir un accidente, esto es así. No obstante, hay verdaderas ocasiones en las que es inevitable, pero si somos conscientes de los problemas y de los peligros más frecuentes seremos capaces de disminuir el riesgo. En esta ocasión vamos a hablar de dos grupos de riesgo en el tráfico: los niños y las personas mayores cuando ejercen su función de peatones.

Pero los problemas de los niños no acaban aquí. ¿Sabías que suelen confundir el ver con el ser visto? Así, cuando ven un coche creen que éste también les ha visto a ellos y pueden asumir más riesgos. Por no mencionar que los más pequeños no siempre son capaces de saber de dónde proviene el ruido o que desconocen la normativa de tráfico. Además, si le sumamos su normal y justificable imprudencia propia de la edad…

Por otro lado, nos encontramos el polo opuesto: los mayores. Este colectivo también está en riesgo en lo que a accidentes de tráfico se refiere y los conductores deben ser especialmente cuidadosos. Uno de los principales problemas con lo que se encuentra un anciano como peatón es el exceso de ruido en el ambiente, que puede provocar que se abrumen o que no sepan distinguir de donde viene el ruido que avisa del acercamiento de un vehículo.

El terreno tampoco es el mejor: en ocasiones los bordillos pueden ser demasiado altos, por lo que tardan más en subirlos y permanecen más tiempo del recomendado en la calzada; excesiva anchura y mala iluminación de algunas calles, que puede hacer que sean difíciles de cruzar; obstáculos, como los coches mal aparcados.

Ante esta situación, el conductor debe extremar la precaución e ir con los ojos bien abiertos cuando circula dentro de poblado. Al fin y al cabo, todos hemos sido niños y aspiramos a ser mayores.

Fuente: Alquiler de Coches - ReservasdeCoches.com Foto: Wikipedia

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